DanMachi Episodio 3

Hestia Knife (神様の刃) es el tercer episodio del anime DanMachi.

Trama[]

Bell recordó el día en que se enteró de que su abuelo fue asesinado por un monstruo en las montañas. La pérdida de su abuelo loc inspiró a convertirse en aventurero, sin embargo, todas las Familias a las que se acercó lo rechazaron. Fue así hasta que Hestia se le acercó y le ofreció unirse a su Familia. De vuelta al presente, Bell encerró a Hestia en un túnel alegando que no quiere perder a más personas de su familia y se enfrentó al Silverback.

En el Coliseo, Ganesha recibió información sobre los monstruos que escaparon de dos miembros de su Familia. No queriendo arriesgarse, les ordenó que se pusieran en contacto con otras Familias para ayudarlos. Los hombres protestaron, alegando que afectaría su reputación. Aún así, Ganesha insistió en que lo hicieran declarando que el orgullo y el mérito no significaban nada cuando la seguridad de las personas estaba en peligro. Ellos entendieron y Ganesha ordenó que la Monster Feria continuará y se mantuviera el alboroto al mínimo. Siguiendo las órdenes de su Dios, los hombres se fueron mientras que Ganesha reflexionaba sobre la causa del incidente.

Mientras tanto, Bell continuó luchando contra el Silverback con su daga rota, a la vez que Hestia corría por un túnel para ir con él. Reajustando la tela con el cuchillo forjado por Hephaistos, recordó lo que la herrera le había dicho. Después de recobrar la compostura, siguió corriendo por el túnel.

En otro lugar, Misha informó a Eina sobre los monstruos que se habían escapado. Debido a ello una solicitud de emergencia para ir por aventureros fue emitida independientemente de a qué Familia pertenecieran. Mientras sucedía esto, Ais y Loki notaron la conversación entre las dos miembros del Gremio preguntándoles que pasaba a lo que Eina respondió pidiéndoles su ayuda. Volviendo con Bell, esté intentó escapar del Silverback, siendo derrotado y atrapado por el mismo. Bell pensó que esta vez Ais no aparecería para salvarlo nuevamente lo que consideró que era lo mejor. Al mismo tiempo ella mató un monstruo y le pregunta a Eina el número de monstruos restantes. Eina respondió que debían ser 3 o 4 tras lo cual Ais se dirigió a cazarlos. Con Ais desaparecida, Misha comentó sobre la Princesa de la Espada con lo que Eina estuvo de acuerdo, señalando que la admiración de Bell por ella estaba bien fundada. Aunque también se preocupó por él.

Antes de que pudiera hacerle algo el Silverback a Bell, Hestia llegó, lo que lo sorprendió y llamó la atención del monstruo. Intentó atacar a Hestia, pero Bell se dirigió hacia ella y la agarró antes de que pudiera hacerlo, causando que ambos cayeran por un tramo de escaleras y golpearan una gran puerta de madera. Aunque estaba contento de que Hestia estuviera bien, Bell le preguntó por qué no había corrido después de que le dijera que lo hiciera. Sin embargo, Hestia descartó su comentario y afirmó que correspondería su deseo de protegerla, recordándole la promesa que le hizo. Luego trató de darle a Bell el cuchillo, pero el Silverback los atacó nuevamente. Para escapar de el una vez más, Bell sacó a Hestia del callejón en el que se encontraban hasta que llegó a un callejón escondido. Ahí Hestia se decidió y le dijo que deberían enfrentarlo. Bell no estaba convencido, ya que carecía de la fuerza y el arma para hacerlo. Contrariamente a los comentarios autocríticos de Bell, Hestia le dijo que creía en él y le entregó su nueva arma, diciéndole que se llamaba Hestia Knife.

Ais acabó con otro monstruo tras lo cual le informaron que el Silverback restante perseguía a un joven aventurero. Sin perder el tiempo, Ais se dirigió hacia los sonidos hechos por el Silverback. El monstruo en cuestión rastreó el aroma de Hestia mientras ella usaba su sangre en el cuchillo, recordando lo que Hephaistos le había dicho sobre el cuchillo. Tras ello actualizó el estado de Bell a la vez que el Silverback los encontró. Asombrada por el crecimiento de Bell de más de 600 puntos, Hestia aseguró que tenía el poder para derrotar al Silverback. Blandiendo nerviosamente su cuchillo, Bell fue consolado por Hestia, quien le dio la confianza para enfrentar al monstruo. Cargando contra el Silverback de frente, Bell destruyó involuntariamente una de sus cadenas. Asombrada por esto, Hestia intervino, afirmando que el arma estaba viva y que crecería con él. Bell luego continuó su pelea contra el Silverback, destruyendo su máscara y armadura, terminándolo con una apuñalada en el pecho.

Con el Silverback derrotado, los ciudadanos que vivían en el área aparecieron y le dieron un aplauso jovial a Bell por su logro. Hestia abrazó a Bell encantada por su impresionante hazaña. Entre la multitud, Ais se sorprendió por su hazaña y pronto llegó Loki, quien intentó tocar su trasero, pero falló. De vuelta con Bell y Hestia, esta se desmayó de fatiga asustando a Bell.

Mientras tanto, Freya, parada en lo alto de un tejado, se preguntó si se había excedido con lo que le hizo a Hestia.

Esa noche, Ganesha limpió el estadio, contento con el resultado del incidente. En el Gremio, Eina escribió un informe sobre el incidente. Por su parte, Bell en la Anfitriona de la Fertilidad estaba sentado fuera de la habitación en la que Hestia descansaba. Syr se le acercó y le dijo que Mia les permitió quedarse allí por el tiempo que sea necesario. Además, Syr se sentía responsable de meter a Bell en esa situación por olvidar su cartera. Ella también le contó sobre la opinión del público sobre él por derrotar al Silverback y que vio la mayor parte de la acción y quedó impresionada, agregando que se enamoró de él lo que sorprendió a Bell, quien lo descartó como una broma.

Despertándose, Hestia llamó a Bell y él entró a su habitación para ver cómo está. Bell luego le contó de los eventos actuales y le preguntó sobre el nombre inscrito en la vaina de su cuchillo. Hestia reveló que era consciente de que él miraba constantemente los cuchillos que estaban a la venta en la tienda de Hephaistos y que ahora tenía uno hecho a medida para él. Aunque preocupada por el precio que había costado el cuchillo, Hestia le aseguró a Bell que se encargaría de eso. Tras ello, Bell abrazó a Hestia y ella le pidió que confiara en ella más a menudo.

Mientras tanto, en el Dungeon, un aventurero llamado Ged Raish le ordenó a su soporte que mantuviera el ritmo, menospreciándola y diciendo que podría usarla como señuelo si eran emboscados por monstruos.

Después de los créditos, Hephaistos hizo que Hestia la divirtiera haciéndola vestirse con un traje de sirvienta.