Wiki DanMachi
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El camino hasta ahora y el viaje sin fin (これまでの軌跡、果てしなき旅路) es una historia corta incluida en el libro de arte de Haimura Kiyotaka The Art of Sword Oratoria.

Resumen[]

Un día, Ais decidió caminar antes de dirigirse al dungeon, comenzando por el este de Orario, y cuando lo hizo, terminó en la calle donde peleó contra monstruos junto con Tione, Tiona y Lefiya más de tres meses antes durante la Monster Feria. Mientras inspeccionaba el área, fue interrumpida por Eina y Misha, quienes estaban allí para observar el área. Discutieron el incidente de la Monster Feria por un tiempo, con ellas agradeciéndole su ayuda, además de la chica que salvó agradeciéndole también.

Ais dejó la superficie y se dirigió hacia el dungeon, llegando más tarde a la ciudad de Rivira. Mientras caminaba por la ciudad, fue detenida por Bors, quien hizo que viera la ciudad reconstruida. Sin embargo, esto le hizo recordar la Espada Negra de Udaios que le había dejado, lo que lo llevó a inventar excusas antes de huir. Se preguntó por qué él estaba actuando de manera extraña, sin embargo, sus pensamientos cambiaron a Revis, recordando que había luchado con ella por primera vez en la parte norte de la ciudad, y se dirigió al Bar de la Bodega Dorada, encontrando a Lulune, Asfi, Falgar, Meryl y Nelly allí. Inmediatamente, Ais recordó el incidente en el Piso 24, comenzando a sentir pena por su pérdida, sin embargo, le pidieron que viera lo que los muertos no podían como tributo a ellos.

Después de pasar horas viendo alrededor de Rivira Ais optó por terminar su expedición y regresar a la superficie. Sin embargo, en su camino de vuelta vio a Tsubaki tratando de convencer a Ottar de que la dejara forjarle un arma en el Piso 9. La herrera le habló cuando se dio cuenta de su presencia y el Boaz aprovechó la ocasión para preguntarle si en verdad Udaios había sacado una espada en su batalla con ella y si algo que hizo lo había provocado. Luego de que lo confirmara y dijera que quizás fue porque lo enfrentó sola Ottar le agradeció y se fue.

Tsubaki se quejó que el Boaz no reaccionara a sus intentos de convencerlo y le explicó a Ais que tan solo se había cruzado con él por casualidad. Especuló que él quizás estaba en el dungeon porque sus logros o los de la Familia Loki lo habían incentivado y le contó que ella misma estaba allí para probar sus armas y conseguir materiales. Tras pedirle que la llevara en otra expedición también se fue para continuar con su expedición. Ais también siguió su camino hasta que llegó al pasillo donde Bell había derrotado a un Minotauro, lugar en el que encontró al chico.

Bell le contó que aquel era su día libre, ocasión que quiso usar para tratar de aventurarse en el dungeon solo por primera vez en un tiempo, y acabó allí al sentir que debía ir. Aunque no le dijo nada sobre la razón por la que lo hacía, Ais le agradeció ya que la valentía que había demostrado en ese lugar los motivó a ella y su Familia a levantarse contra el Demi Espíritu Titan Alm. Tras preguntarle si estaba regresando a la superficie el chico dijo que también daría su mejor esfuerzo y los dos se despidieron.

Atraída por una conmoción en la parte suroeste de la ciudad, Ais fue allí después de llegar a la superficie. La zona estaba llena de comerciantes y la espadachín se preguntó si pasaba algo al ver miembros de la Familia Ganesha corriendo entre la multitud hasta que un hombre la llamó. Rubato trató de venderle un pez hasta que se dio cuenta de quien era y Ais se sorprendió al ver a Rod. También habló con Njord quien se disculpó por los problemas que había causado y le aseguró que no volvería a combatir el problema de monstruos con más monstruos, pidiéndole que los siguiera observando.

Recordando por qué había ido allí en primer lugar la espadachín le preguntó si sabía algo de lo que estaba pasando. Njord solo le aconsejó que se fuera del lugar y se retiró junto con el resto de su Familia. Justo cuando iba a irse Argana la llamó y le preguntó donde estaba Finn. Asustada, Ais le indicó la dirección en la que estaba el hogar de su Familia y dijo que probablemente allí. Inmediatamente después de que la Amazona se fuera corriendo su hermana menor llegó y le habló rápida y desesperadamente en su lengua natal. Aunque no entendía lo que decía, comprendió que Bache estaba buscando a su hermana y le señaló a donde se había ido.

Ais finalmente comprendió que ellas eran la causa de la conmoción. Kali, quien se había disfrazado y sellado su divinidad para aprovechar el caos e infiltrarse en la ciudad, apareció un poco después quejándose de que sus dependientes se habían convertido en un problema y acusó a la Familia Loki de ser los culpables de ello. La Diosa le contó que todas sus Amazonas excepto Bache se habían enamorado de los hombres de su facción y mencionó su intención de reclutar miembros. También maldijo a Ishtar por ser aniquilada por Freya y aclaró que no sabía nada de Evilus. Dado que ya estaba en Orario optó por vagar un rato hasta que Bache trajera a Argana y se despidió de la Princesa de la Espada.

Ya fuera por su encuentro con la Familia Hermes, o los varios otros con personas que conocía, luego de eso Ais se desvió para ir al Cementerio de Aventureros con un ramo de flores. Ahí se cruzó con Filvis quien dijo haber ido para pedir disculpas. La Elfa compartió sus pensamientos de que era sucia y su temor de perder a otros. Cuando le preguntó que haría si no solo no pudiera salvar a sus amigos, sino además los arrastrara al peligro, Ais no supo responder si se rendiría, huiría o seguiría peleando. Filvis se disculpó por la rara pregunta y se fue.

Eventualmente Ais llegó por fin a su destino. En la sección comprada por la Familia Loki colocó una flor en cada una de las siete tumbas más nuevas, las de aquellos que murieron en la primera incursión a Knossos. Sin embargo, en vez de lamentarse quería arreglar las cosas para poder seguir adelante y para pagarle de vuelta a los muertos, justo como Asfi y sus compañeros le habían dicho. Ais se disculpó por no protegerlos, aseguró que todos seguirían peleando en su honor y se despidió. En ese momento creyó escuchar la voz de Line, pero al voltearse no vio a nadie.

Lena la saludó al verla ahí y procedió a colocar flores en las tumbas de sus compañeras que habían sido asesinadas por Evilus. Una vez que terminó le agradeció a Ais el que la Familia Loki estuviera luchando por todo Orario, incluidas ellas, y le pidió que aceptara sus palabras en nombre de todas. Ais quedó tan conmovida que no pudo decir nada. También se sentía aliviada debido a que era como si acabara de reafirmar el "viaje" que había realizado hasta entonces.

Ahora sola, Ais vio una visión del camino que había tomado hasta ese día y como este continuaba extendiéndose frente a sus ojos. Después de quedar perpleja por eso la chica sonrió al escuchar las voces de sus amigos y pensó que si las cosas eran así podría seguir en ese viaje sin fin hasta el final, pues no estaba sola. Bajo la luz del ocaso Ais fue rodeada por sus amigos quienes se apresuraron a ir con ella. Tanto los aventureros cuyos nombres estaban grabados en las tumbas como los héroes cuyas historias eran pasadas en los monumentos estaban observando la oratoria hilada por la chica y su Familia.

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