Lealtad del conejo blanco (
Resumen[]
Habiendo reunido coraje, Hestia le "reveló" a Bell que no podía dormir cómodamente sin un dakimakura. Aunque confundido, Bell escuchó atentamente a su Diosa explicarle que solía tener una en el Cielo y como se había contenido hasta entonces, pero que ya no podía soportarlo. Hestia declaró que ocupaba una tan cómoda como un Humano.
Si bien no los unía ningún lazo familiar, Bell le había jurado lealtad y ese sentimiento lo motivaba a hacer lo que fuera por ella. Pensó en como su vida había mejorado desde que él había subido de nivel, sin embargo, se dio cuenta que debía haberse contenido incluso respecto a los más pequeños lujos por el bien de su Familia. Aún si no lo entendía del todo, Bell quería concederle su deseo. Con su voluntad resulta, Bell decidió ayudarla y le pidió que le contara más al respecto.
Tiempo después, en medio de la habitación oscura, una voz infantil se escuchó. Al lado de Hestia se encontraba Lili, quien había soltado un sonido de disgusto. La Pallum había usado su magia Cinder Ella para convertirse en un Humano, exactamente el tipo de dakimakura que la Diosa había pedido. Bell había ido a verla tarde en la noche y se postró ante ella para pedirle que fuera con él. Por su parte, el chico ya se había dormido en el sofá, su lugar usual, mientras las chicas yacían en la cama mirando el techo en silencio.
A la mañana siguiente, Bell gritó al ver a las dos chicas que se habían metido en el sofá con él.