Piedra, papel o tijera (
Resumen[]
Poco antes de irse a dormir, en el hogar de la Familia Hestia, Hestia soltó un gruñido mientras miraba fijamente la parte trasera de la cabeza de Bell. La Diosa quería una almohada de regazo. Estaba preocupada de que se hubiera "quedado detrás" de Ais, sobre todo desde que se había enterado de la "cita" secreta entre Bell y ella.
La Diosa no estaba segura de porque quería tanto una almohada de regazo, pero su intuición divina le decía que quería una. Sin embargo, no se atrevía a pedírselo de frente por su dignidad como Diosa y que sería vergonzoso. En ese momento Hestia se le ocurrió una forma en que podría conseguir lo que quería y le preguntó a Bell si conocía el juego piedra, papel o tijeras.
El juego provenía del Cielo ya que era de los Dioses y captó el interés de Bell luego de que su Diosa le explicara las reglas. Hestia le dijo que acababa de aprender como jugarlo y entonces le propuso que lo jugaran. Bell accedió, pero para su sorpresa Hestia inmediatamente después declaró que existía una regla especial, la cual dictaba que cuando era jugado entre un Dios y un dependiente suyo el perdedor tenía que darle al ganador una almohada de regazo. Luego de inventar su propia regla, Hestia alzó el puño para jugar.
Tras ganar Hestia colocó su relajada cara en el regazo de Bell, quien estaba sentado en el sofá. El chico no hizo más que darle una sonrisa torcida mientras ella frotaba sus mejillas contra sus muslos y los disfrutaba.
A partir de ese día, la Diosa logró ganar dieciséis veces seguidas contra su dependiente, día tras día.